Safestay Barcelona Passeig de Gràcia - Barcelona, Barcelona

Ismael L.

La ubicación es sencillamente inmejorable. Me hicieron cambiarme de habitación de una noche a otra por un fallo suyo en la organización y el trámite se demoró bastante. Las literas no son muy grandes y se agradecería una cortina para poder aislarse un poco y sobre todo alguna balda donde poder dejar las cosas (hay enchufe para cargar el móvil, pero lo tienes que dejar directamente sobre el colchón).

Roberto M.

En general horrible, instalaciones muy vienas e incomodas. En mi cuarto (510) no había wifi, al consultar me dicen que allí no llegaba que una pena. Luego los baños uf que horror, luces que funcionan por sensores de movimiento y se apagan cada 20 segundos, no se podía ni hacer caca en paz. Con la ducha lo mismo, sensores y para que salga el agua un botón incomodisimo. A demás el baño siempre sucio. Los cuartos muy chicos, los lockers muy pequeños (no entro mi carry on que es de tamaño estandar nada wow).
En general, malo y mal atendido. La ubicación lo único bueno.

Justo C.

En mi caso, reservé una habitación privada de 6 personas siendo una familia de 5. La habitación estaba limpia y estaba bastante bien. La única observación es que el baño para ducharse es demasiado pequeño pero para una estancia corta no es un problema.
Las personas que trabajan allí son muy amables y además cuentan con el servicio de guardar maletas a un precio muy accesible.
Se destaca la gran ubicación que cuenta y el precio de las habitaciones privada lo cual lo hace una muy buena opción precio-calidad. Súper recomendable. (Desconozco las habitaciones y baños compartidos )
Además cuenta con un bar con precios muy accesibles.
Por último, con respecto al desayuno “buffet” tiene muy poca variedad de productos por lo que pienso que es mejor opción ir a algunas cafeterías de la zona.

Giovanna T.

Excelente ubicación en una de las mejores avenidas de Barcelona. Tienes todo cerca y muy hermosa. Las instalaciones muy buenas. Nosotras rentamos una habitación privada para 3 personas con baño propio y todo muy bien. Los recepcionistas no son muy amables pero hacen su trabajo. Seguro repito.

Hannah C.

El hostel está bien. La ubicación es ideal, es muy cómodo para ir caminando desde ahí a varios lugares turísticos. Las habitaciones son bastante incómodas, las camas no tienen cortina o algo para tener mayor privacidad y eso hace que sea más complicado dormir.
Tampoco tiene cocina, pero los precios del bar son bastante económicos y el desayuno es abundante.

Wendy A.

Buen alojamiento para cuando estás flojo de presupuesto. Las camas dejan mucho que desear pero tiene desayuno de buena relación precio-calidad y actividades todas las noches. Está muy bien ubicado. Las duchas podrían ser mejores pero pagas lo que tienes. Volvería sin dudarlo

Natalia P. V.

Primera y última vez en un hostal.
Fui con una amiga (tenemos 19 y 21 años) y habíamos seleccionado la habitación mixta ya que no quedaban solo de mujeres. Al llegar tuvimos que pagar para dejar nuestras cosas en un cuarto de equipaje porque el check in era a las 15:00. Al llegar a la habitación los lockers no tenían candado (tuvimos que pagar 5 euros para uno) y en la habitación había 3 hombres mucho más mayores que nosotras (2 de como 30 años y uno de 60) y obviamente estábamos incómodas, así que preguntamos si nos podían cambiar de habitación. Nos dijeron que estaba lleno y que no podía hacer nada. Nos fuimos inmediatamente a un hotel.

El baño no tenía jabón en la ducha, la puerta de entrada no cerraba y las duchas tenían puertas TRANSPARENTES por lo que tuve que colgar la toalla de la puerta para que nadie me pudiera ver desde afuera.

Si van pensando que esto es un lugar para jóvenes, busquen otro lugar. El 80% de las personas que estaban ahí tenían más de 35 años.

Cristina B.

Una Experiencia Desastrosa

Nuestra estancia en este establecimiento fue, sin duda, una pesadilla. Viajamos mi amiga y yo con nuestras cuatro hijas menores, una de ellas de tan solo 8 años. Llegamos el viernes, realizamos el check-in por la mañana, dejamos nuestras pertenencias en la habitación y salimos a explorar la ciudad.

Al regresar a las 22:15, agotadas y listas para descansar, nos informaron en recepción que nuestra habitación había sido ocupada por error. Inicialmente, nos dijeron que habían dejado otras maletas allí. Sin embargo, al entrar en la habitación, descubrimos que los ocupantes se habían instalado por completo: habían usado nuestras camas, se habían duchado e incluso habían abierto una de nuestras maletas. La niña pequeña se angustió al ver que su cámara, que había dejado en la cama, había sido manipulada.

Con serenidad, volvimos a la recepción con las niñas. El empleado que nos atendió solicitó la ayuda de su compañero, "Álvaro", cuya actitud fue deplorable. En lugar de buscar soluciones, obstaculizó cada propuesta de su colega (un chico rubio con gafas) para resolver el problema y permitirnos descansar. Una de las opciones era que el chico rubio limpiara otra habitación personalmente, pero Álvaro se negó rotundamente, argumentando que no era su trabajo y que no estaba dispuesto a limpiar el baño.

Solicitamos hablar con un responsable, pero nos dijeron repetidamente que no respondía al teléfono. Nos explicaron que un error en el sistema había duplicado la reserva de nuestra habitación. La única solución que nos ofrecieron a medianoche fue reembolsarnos el dinero y dejarnos buscar otro hotel, una propuesta absurda considerando que era un fin de semana festivo, éramos seis personas y era medianoche. Durante el tiempo que pasamos en la recepción esperando una solución, fuimos testigos de cómo otras familias y parejas se enfrentaban al mismo problema.

Finalmente, una empleada del siguiente turno ayudó al chico rubio a limpiar una habitación y, a las 00:45, pudimos descansar. Dejamos claro que no nos moveríamos de esa habitación, pero al día siguiente, recibimos una llamada y un correo electrónico de recepción, exigiéndonos que nos cambiáramos de habitación nuevamente. El empleado de recepción (un chico argentino) no solo no se disculpó, sino que nos trató con desprecio y nos exigió que fuéramos a la recepción. Nos dijo que o nos cambiamos de habitación o nos echaba del hotel. En esta ocasión, nos acompañó el responsable de mantenimiento, quien escuchó nuestras quejas y se disculpó sinceramente en nombre del establecimiento, acompañándonos a la tercera habitación en menos de 24 horas.

El trato que recibimos fue lamentable. La actitud de Álvaro fue especialmente ofensiva, ya que no mostró ninguna compresión y nos maltrató con sus palabras y comentarios.

Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento al chico rubio, quien, a pesar de las dificultades, mostró empatía y profesionalidad en todo momento.