POSADA LA CEÑA - Novales, Cantabria

Mireia M.

Hemos estado tres noches en la Posada y la verdad que desde el principio nos han hecho sentir como en casa. Patri y Diego nos han tratado fenomenal, siempre pendientes de si necesitábamos algo, muy amables y cercanos. La habitación estaba genial, muy limpia y con todo lo necesario. A la llegada incluso colgaron la cortina de la ducha para que viéramos que estaba limpia, y lo mismo con la alfombrilla.
Volveríamos sin duda.

Cristina G.

Mi hermana y yo pasamos dos noches alli con mi perrete. Nos recibieron enseguida, enseñándonos el alojamiento y recibimos un trato muy agradable. La habitación era espaciosa, las camas muy cómodas y la bañera un pelín pequeña. Desayunábamos allí, siempre lo mismo pero rico (cafe,zumo,tostadas y sobao tipico). Una de las noches cenamos en el restaurante suyo, igual con perro, y bien también.

Eva

Inmejorable. Buen precio, todo super limpio, comida casera riquísima (postre incluido), trato super cercano y servicial (siempre pendientes de que todo esté perfecto).
Para repetir sin duda! Y la playa a 10 minutos en coche.

Sara B. S.

He pasado un fin de semana junto a mi familia (12 personas en total) en Posada la Ceña en régimen de media pensión (desayuno y cena, es el primer sitio en el que veo que dan muchísimo más de lo que cobran. Sin duda alguna repetiré tantas veces como tenga ocasión.

Un lugar que aconsejo con la seguridad de que me lo van a agradecer.

Las instalaciones perfectas, la limpieza impecable, los colchones super cómodos (no suele ser lo habitual y menos por este precio).
El paisaje muy bonito, muy tranquilo, hogareño y acogedor.

La comida de lujo, con 3 o 4 platos a elegir de primero y otros tantos de segundo, al igual que los postres. Todo muy sabroso y casero, preparado con mimo y mucho cariño.

A nuestra llegada nos atendió Saray para hacer el checkin, nos dio toda clase de detalles, nos acompaño y facilitó el checkin de parte de la familia que llegó por la noche dando prioridad a que primero cenásemos todos tranquilamente.

Qué decir de Patri y Diego, el joven matrimonio que nos servía las cenas y desayunos, amenizando, aconsejando y facilitando todo, nos echamos unas cuantas risas con ellos, son muy cercanos a la vez que unos pedazo profesionales. Nos hicieron sentir como en casa en todo momento.
Además viven en la casita contigua a la Posada. No se de dónde sacan las fuerzas, el ánimo y la constante alegría y buen humor. Dos personas excepcionales.

No me extraña que les vaya fenomenal y que la gente repita.
Toda la familia les estamos enormemente agradecidos.

Maria M. D.

Fuí de vacaciones a Cantabria y nos hospedamos en la Posada. Desde que llegamos la atención y servicio han sido de 10. El alojamiento cuenta con parking propio gratuito. Patri y Diego han hecho que nos sintieramos como en casa y nos han ayudado en todo lo que hemos podido necesitar. La habitación estaba limpia y ordenada. Sin duda volvería.

Esther B.

Un lugar increible, una posada espectacular , un personal excepcional que lo da todo y son una gran familia.Hemos estado 12 personas, mi familia: hermanas, hijos, sobrinos, una persona con discapacidad y un abuelo con 84años, y TODOS hemos estado fenomenal. Hemos desayunado y cenado que te mueres.Todo súper limpioy acogedor. Los cocineros Ole.De verdad GRACIASSSSS.

Jesus B.

Hemos pasado un fin de semana en la Posada, habitaciones acogedoras, muy buen trato por parte de Diego y Patri, siempre atentos a las necesidades, Desayuno correcto con zumo recién exprimido, comida muy casera, el entorno muy bonito.
Viajamos con mascota y no hubo ningún problema, al contrario, muy cariñosos con el.
Repetiremos la experiencia.

Miguel ?. R.

Apartamento con mobiliario antiquísimo, y en precarias condiciones de uso, incompleto en cuanto a utensilios básicos de cocina( no tostadora ni cafetera, tele tamaño tablet, sartenes inutizables, ...)dormitorio sin armario, los cajones al abrirlos se rompían, salón comedor sin mesa, balcón con dos viejas sillas de plástico, camas antiguas y con los colchones viejos, ruidosas, baño antiguo sin armario para guardar nada, las toallas nos pusieron problemas para cambiarlas en 5 días que íbamos a estar(nos fuimos un día antes)...No lo recomiendo en relación calidad-precio. Además no hemos podido descansar bien porque debajo de los apartamentos tienen un restaurante y hay ruido hasta altas horas de la noche. Lo único positivo es el buen trato de las dos empleadas y el aparcamiento. El entorno fantástico y la ubicación perfecta