Casa Rural Venta Celta - Pedrafita do Cebreiro, Lugo

Casa Rural Venta Celta se presenta como una opción encantadora y acogedora para aquellos que buscan una experiencia auténtica en el corazón del Camino de Santiago. Ubicada en el pintoresco municipio de Pedrafita do Cebreiro, en la provincia de Lugo, Galicia, esta casa rural ofrece un refugio perfecto para los peregrinos y visitantes que desean sumergirse en la cultura y la belleza de la región.

Ubicación e Instalaciones

La dirección exacta es Rúa Cebreiro, 27670 Pedrafita do Cebreiro, Lugo, España. Su ubicación estratégica, a escasos kilómetros del inicio del Camino Francés, la convierte en un lugar ideal para quienes se dirigen hacia Santiago de Compostela. La casa rural se encuentra en un entorno rural tranquilo, rodeada de naturaleza, lo que permite disfrutar de paisajes impresionantes y de un aire puro y revitalizante.

Especialidades y Servicios

Casa Rural Venta Celta se especializa en Bed & Breakfast, ofreciendo alojamiento sencillo pero con un encanto especial. La estancia se caracteriza por su ambiente familiar y su trato cercano. Los huéspedes pueden esperar una hospitalidad genuina y un servicio personalizado. La casa rural cuenta con habitaciones confortables, aunque algunas pueden requerir pequeños ajustes, como la regulación de la temperatura del agua. Es importante destacar que la calefacción funciona correctamente, lo que garantiza el confort durante los meses más fríos.

• Bed & Breakfast: Alojamiento con desayuno incluido.
• Cocina: Se ofrece cocina casera a precios competitivos, con horarios que permiten a los visitantes disfrutar de una alimentación tradicional gallega.
• Ambiente Acogedor: Un entorno tranquilo y familiar, ideal para descansar y recargar energías.

Información Adicional y Opiniones

La página web oficial, alberguescaminosantiago.com, proporciona información detallada sobre las habitaciones, los servicios y las tarifas. La empresa cuenta con una alta valoración en Google My Business, con un total de 789 valoraciones. La media de opinión es de 3.6 sobre 5, lo que indica que, aunque existen áreas de mejora, la experiencia general es positiva. Parece ser un lugar que destaca por su sencillez, su encanto y su ubicación privilegiada para los peregrinos. Además, la cocina casera y los precios accesibles son un valor añadido que atrae a muchos visitantes. Se percibe que el ambiente es perfecto para disfrutar de una noche de descanso en buena compañía.

Recomendaciones

Para aquellos que planean realizar el Camino de Santiago, Casa Rural Venta Celta es una excelente opción para pasar una noche. Su cercanía al Camino Francés y su ambiente acogedor la convierten en un lugar ideal para descansar y recuperar fuerzas. La posibilidad de disfrutar de una cocina casera con precios razonables es un atractivo adicional. Se recomienda contactar con la casa rural a través de su página web para obtener información actualizada sobre disponibilidad y tarifas, y para reservar con antelación, especialmente durante la temporada alta del Camino.

👍 Opiniones de Casa Rural Venta Celta

Evane G.

5/5

Un lugar sencillo pero con mucho encanto. La cama es un poco dura, pero la habitación con esas vistas tiene algo especial que te hace sentir como en casa, debería poderse regular el agua porque salía demasiado caliente, la calefacción funcionó correctamente. Perfecto para una noche de descanso en un entorno acogedor. El horario de cocina está muy bien, cocina casera a buen precio. ¡Vale la pena la experiencia y más en buena compañía!

Ruth A. Z.

1/5

Llegamos el 1 de febrero, fuera nevaba y lo que esperábamos encontrar es que estuviera la habitación caliente o con la calefacción puesta. Y para nuestra sorpresa la habitación estaba HELADA, prácticamente a temperatura de la calle. La otra sorpresa llegó cuando fuimos a ducharnos que no pudimos porque el agua salió caliente 5 minutos y después congelada. Llamamos para que encendieran la calefacción y la pusieron 1h y después la apagaron, pasamos muchísimo frío. Las sábanas sucias con pelos de anteriores clientes y manchadas. Experiencia horrible. No lo recomiendo a nadie.

Ana G. S.

1/5

Fuimos dos matrimonios con niños pequeños y ocupamos tres de las cuatro habitaciones, a pesar de que se anuncian con calefacción, esta fue inexiste, nos congelamos, fuera estábamos con grados negativos, y la puerta que daba a la calle no cerraba así que entraba aún más frío. El agua caliente también inexistente....y nada de secador de pelo como pone..no se puede ofrecer habitaciones con calefacción en plena nieve y que luego no haya. Nunca más

Olinda L. D.

1/5

Llegamos sobre las 6 de la tarde, la habitación helada, fuimos al pueblo de la lado a hacer unas cosas y volvimos a las 8, en ninguna habitación había calefacción, bajamos y nos dijeron ; no sabemos q ha pasado la caldera está puesta, pero ya hemos encendido la de gasoil,. Al día siguiente, apagaron temprano la calefacción, tuve q pasar el día en la habitación debido a la climatología, y la calefacción pese a haber bajado a decirlo, nada, las toallas sucias, la habitación sin hacer, baje a comentar q la cisterna no cargaba y tuve q usar la papelera de cubo por q nadie me hizo caso. Cenamos fuera, y cuando volvimos a las 12, helados de frío , os radiadores helados. El pueblo es una pasada y la gente q encontré por allí encantadora, a la venta celta no vuelvo ni loca

Alejandro C.

5/5

Comimos en Venta Celta de manera improvisada y repetiríamos. Tanto el caldo gallego como el solomillo estaban espectaculares. Buenas cantidades para compartir en pareja. El trato bastante bueno, los chicos amables y el lugar encantador. Pocas estrellas tiene para lo que nos pareció.

Carlos

1/5

Me hubiera gustado poder escribir una reseña un poco más amable, pero la verdad es que estoy indignado, y no me sale.
Llegamos sobre las 13h30 a comer. Teníamos reservadas dos habitaciones durante dos noches en el mismo lugar, y decidimos, por proximidad, comer ahí mismo. Pedimos el menu del día, por 16€. De primero Caldo Gallego, que estaba completamente aguado y sin sustancia. De segundo pedimos churrasco, y nos pusieron a cada uno dos trocitos minúsculos, que ni para una muela, mientras la cocinera y los camareros se daban voces entre ellos a pleno pulmón. El humo de la plancha subía por el techo y salimos de allí con la ropa oliendo a frito.
Nos entregaron la habitaciones, y después de la mala experiencia en el restaurante, la verdad es que nos parecieron bien....hasta que nos duchamos. El primero lo hizo con agua caliente, el segundo con agua fría. En el baño, ni un solo toallero ni gancho donde colgar la toalla o la ropa, y el suelo completamente encharcado porque la mampara no cierra bien. Fabuloso!
La noche fue aún peor. Oímos a los vecinos de arriba como si los tuviéramos en la habitación con nosotros. La conversación completa, los pasos, hasta el chorrete de pis en el baño. Qué bonito!
Nos fuimos a caminar (Camino de Santiago) y a la vuelta nos esperaban dos sorpresas más: no habían hecho las habitaciones, ni las camas, ni cambiado toallas, nada de nada. Todo estaba como lo habíamos dejado, e excepción de una estupenda araña bien gorda que nos miraba desde el armario.
Bajé a pedir si me podían dar una almohada extra, porque la que había era muy bajita, y me dijeron que no había más, pero que podía usar los cojines de la habitación. En serio? Esos que siempre andan por el suelo, sin funda, con más mierd.... que la chancla de un jippi? No gracias....
Y la culminación se dio a las 08:00 de la mañana, cuando tuvieron a bien ponernos a Shakira a todo volumen en el bar, y como no hay aislamiento, nos despertaron a todos. Pues muchas gracias!

fran P.

1/5

Una experiencia para olvidar. La carne totalmente especiada y dura. Como no somos capaces de comerla, pedimos pulpo. Nos ponen trozos desmenuzados de una pieza minúscula añadiendo en la mitad de la ración del pulpo parte de la cabeza. No volveremos.

Duende M.

3/5

Paramos a tomar una cerveza y, si se se podía, un pulpo a la gallega; debieron de tener pocas ganas de atendernos, porque pulpo había, pero no para nosotros, con la excusa de que tenían la cocina a tope. Más tarde, sí sacaron raciones, demostrando que no nos la pusieron porque no les dio la gana.