Castillo de San Servando - Toledo, Toledo

Castillo de San Servando: Un Destino Histórico en el Corazón de Toledo

Ubicado en la Ctra. de San Servando, s/n, 45001 Toledo, España, el Castillo de San Servando es un lugar de interés histórico que atrae a millones de visitantes cada año. Esta fortaleza medieval es un ejemplo de la arquitectura militar de la época y ofrece una experiencia única para aquellos que buscan explorar la rica historia de España.

Características

El Castillo de San Servando es un monumento histórico construido en el siglo XVI, durante la época de los Reyes Católicos. Su diseño y construcción se deben a la Orden de San Juan de Jerusalén. La estructura consta de una serie de torres y murallas que protegían la ciudad de Toledo y ofrecían una visión panorámica de la ciudad.

Ubicación

El Castillo de San Servando se encuentra en el corazón de la ciudad de Toledo, en la Ctra. de San Servando, lo que la hace accesible para visitantes de todo el mundo. La ubicación es ideal para aquellos que buscan explorar la rica historia y cultura de la ciudad.

Especialidades

El Castillo de San Servando ofrece varias especialidades para satisfacer las necesidades de sus visitantes. Algunas de las opciones incluyen:

Albergue: Los visitantes pueden alojarse en el castillo y disfrutar de una experiencia única en uno de los lugares más emblemáticos de Toledo.

Visitas guiadas: Los visitantes pueden disfrutar de visitas guiadas por expertos que les proporcionarán información sobre la historia y la arquitectura del castillo.

Actividades: El castillo ofrece varias actividades, como senderismo, exploración y fotografía.

Ubicación: Ctra. de San Servando, s/n, 45001 Toledo, España

Teléfono: 925224558

Página web:

Especialidades: Albergue, Lugar de interés histórico.

Opiniones: 982 valoraciones según Google My Business. Opinión media: 4.2/5.

👍 Opiniones de Castillo de San Servando

Rosario

1/5

Una experiencia super particular:
Las sábanas llenas de pelos, a saber de que parte del cuerpo por la largura. Las colchas y las mantas no se lavan, ya que al finalizar nuestra estancia se nos dice que solo bajemos las sábanas, lo demás se queda en la habitación, por lo que pueden llevar sin lavarse desde hace 2 inviernos. Por no hablar de la increíble recibida que tuvimos, un recepcionista súper majo que nada más llegar le gritó a una compañera porque se le olvidó el DNI, cosa por la que no tenía que ponerse así (entiendo que el oficio es duro, pero la educación y las buenas maneras, no se deben de perder y más con un grupo que fuimos súper educados). También el encantador vigilante, que fue caer la noche y casi nos persigue por los pasillos, vaya que despertemos al fantasma... El sitio para una noche está bien, si te llevas tus propias sábanas, tus productos de higiene, toallas, etc claro... también ni se te ocurra intentar socializar, porque se te echan encima de todas las maneras posibles. La comida estaba rica aunque viendo las reseñas ahora me da miedo haber desayunado unas galletas caducadas en la cuarentena. En fin, al menos la ubicación está bien y el castillo es bonito visualmente, pero poco más.

Laura M. R.

1/5

Habían galletas caducadas de 2020, la comida muy mala, tienes que ponerte tú las sábanas y la colcha no la lavan. El servicio pésimo y la limpieza pésima también, te encuentras pelos en todos lados sobre todo en la cama o entre las sábanas. Las recepcionistas son antipáticas y responden de mal manera y con poca educación. Respecto a la ubicación, para ir andando está un poco lejos del centro, hay muchas pendientes.
En el comedor habían magdalenas con moho y, según ellos, eso no es culpa de ellos.
El guarda de seguridad también ha sido bastante serio y tocaba en las puertas sin ser altas horas de la madrugada.
En resumen, no es nada recomendable.

Milena L.

1/5

Mal no, lo siguiente. La comida pésima, magdalenas con moho y galletas caducas, una irresponsabilidad por parte del servicio que hizo que algunos compañeros hayan sufrido intoxicaciones. La habitación tenían olor muy desagradable, con pelos en las sábanas que no eran nuestros. La alcachofa era fija por lo que sino querías mojarte el pelo era imposible y la calefacción estaba tan fuerte que casi no se podía estar allí. Un lugar nada recomendable.

Miriam H. V.

1/5

Aunque parezca un buen sitio para alojarse, por dentro es totalmente distinto. Primero, la comida no es muy buena, y algunas de las comidas que ofrecen como galletas están caducadas, y mi compañera se encontró una magdalena con moho o podrida a la hora de comérsela. Luego, en la habitación me encontré con pelos tanto en la almohada y cama, como en el baño. La gente que trabaja allí es un poco antipática, y aparte la colcha de la cama no la lavan y nos tenemos que poner nosotros las sábanas. En mi opinión no recomendaría ese sitio para hospedarse.

Mar A.

1/5

Hemos venido un fin de semana a Toledo y sin saber que era un albergue/hotel (porque no lo pone en ningún sitio), hemos decidido pasar,ya que la puerta estaba abierta y en el cartel ponía " acceso a cafetería, y exteriores del castillo", en ningún momento hemos leído " uso esclusivo clientes" o " para verlo por fuera hay que consumir", o "pregunten para acceder"... Pensamos de verdad que era un monumento,igual para verlo por dentro debíamos pagar y ya,y al salir un caballero "trabajador",muy mal educado por cierto, nos ha dicho que si fuera mi casa y dejara la puerta abierta puede entrar cualquiera,que no le pagan para discutir,que no respetamos nada.... Señores, sólo queríamos ver el castillo,no hemos hecho agujeros, ni pisado plantas,ni pescado peces,ni faltado el respeto a nadie.
Informen bien de que el acceso es privado y que si se visitan los exteriores es bajo consumición en cafetería y contraten a gente con educación,que para trabajar cara al público hay que servir.

A G.

1/5

Pelos en las camas las cuales teníamos que hacer nosotros, no había jabón en los baños, un olor entre a viejo y cerrado que a pesar de ventilar la habitación seguía estando, armarios con polvo al igual que las mantas de su interior. Cabe destacar la mala cara de las recepcionistas al vernos llegar al igual que el segurata… todos muy amables en este lugar.

mieria C. P.

1/5

Y porq no le puedo poner menos pero por su culpa acabé una intoxicación, la comida malísima, varias personas se pusieron malas repentinamente después de comer, unas galletas estaban caducadas desde hacía 5 años, unas magdalenas tenían hasta moho.
De los cuartos mejor ni hablar, me encontré un bicho en mi cama, aparte de que las sábanas las tienes que poner tú, encima en cuanto habrías las sábanas recién puestas había pelos de otras personas.
La ducha no tiene ni jabón de ningún tipo ni alcachofa para poder ducharte sin mojarte el pelo y encima era pequeña como un cuadrado literal de grande, wifi pésimo y el papel de urgencias pienso presentarlo para denunciar.
La gente era muy maleducada, sobre todo el personal de cocina porque cuando reclamaron las personas que se pusieron y se habían dado cuenta de que había comida caducada, ellos dijeron que no era responsabilidad suya que era algo que recibían de cargamento, culpando a otros.
Y cuidado con las escaleras porque una chica de mi grupo literal rodó por las escaleras, no solo una se cayó,sino varias.

Veronica M. E.

5/5

Nos alojamos dos días, los pasados 6 y 7 de octubre de 2024.
Un lujo alojarte en un castillo (reconvertido en albergue juvenil que acoge a peregrinos) al precio que lo hicimos. La habitación y el baño amplio, si quieres toalla la alquilas y eso es lo que hicimos. Limpieza y atención excelentes. La ubicación perfecta, al lado de una de las entradas a la ciudad de Toledo.
No tiene resguardo para las bicis pero se quedan dentro del espacio del castillo (en la puerta y no nos pusieron problemas, al contrario, fue propuesta del trabajador) donde hay un seguridad nocturno y las dejamos con total confianza.
La broma recurrente cuando volvíamos al castillo: “llevas las llaves del castillo?”.