Hotel Humaina - Málaga

manu C.

Sitio maravilloso para descansar nos trataron muy bien sobre todo Jose el chico de recepción y luego en desayuno , una persona maravillosa que nos hizo una estancia muy agradable, gracias por hacernos sentir como en casa

Nicolas Q.

Lugar perfecto para descansar unos días, en medio de las montañas.
No entiendo las críticas fáciles e injustificadas de algunas personas... A ver, el hotel está aislado, pues sí, al escoger ese tipo de alojamiento en la montaña, es obvio que no estamos en la playa y que se necesita conducir una media hora, y que no hay tiendas alrededor.
Luego es un tres estrellas, pero muy bien decorado, un poco viejo, pero que más da ? Al contrario es parte de su encanto, hemos dormido de maravilla, y los sanitarios funcionan.
La comida, desayuno, bebidas no son caras, no es fantástico el menú pero para algunos días está bien.
El personal es muy simpático y muy atento.
Hay un folklore local con los gatos, jabalíes y el famoso zorro, los cuales vienen cada noche.
Francamente vale la pena, fuera la gente amarga.
Recomiendo probar el vino dulce de Málaga que sirven en el bar.

BME

Corroboro la opinión anterior , el sitio es un paraíso , el personal maravilloso .
La única pega que pongo es la comida que es muy básica pero que el personal es tan atento que se te olvida todo .
Disfrutar de la alberca , el hotel que es un pequeño palacio , ese salón con la chimenea estilo inglés .
La naturaleza , el paisaje , el silencio que hay , los animales es de lo mejor que hay en los montes de MALAGA .

Laury A.

Maravilloso el hotel, en un lugar privilegiado y una atención inigualable. Llevamos un perro y lo aceptaron sin pegas.

Samuel

Ubicación privilegiado. Necesitaba descansar de la ciudad, los coches, el ruido... Escuchar el bosque de noche y ver las estrellas sin la contaminación lumínica. No creo que esté sea una experiencia para todo el mundo porque el hotel está en medio de la nada y se necesita hacer una travesía en coche de 30 minutos hasta el supermercado más cercano. No hay nada alrededor del hotel, solo un maravilloso campo con diversas posibilidades de rutas de senderismo.
El hotel dispone de restaurante en el que puedes desayunar, almorzar y cenar. El desayuno venía incluido en mi precio y estuvo bastante bien. Muy básico pero por el precio que pagué no esperaba más. Lo que si me molestó es que no pude ver la carta para cenar en internet, es decir, no sabía el precio de la cena hasta que llegase en el restaurante.
Una de las cosas que me sorprendió fue que cuando empieza a anochecer se acercan las jabalís y algún que otro zorro a la puerta del hotel esperando a que alguien les de comida, aunque hay un cartel que expresamente dice que no les demos de comer. Al menos pudo tocar un jabalí salvaje y acercarme hasta casi acariciar a un precioso zorro salvaje. Sinceramente es una experiencia curiosa ver tales animales salvajes tan de cerca y que casi te dejen tocarles. Aunque habría que tener cuidado porque los jabalís son de naturaleza agresiva.

El acceso al hotel ni tan mal como dicen. No me costó nada en coche, el camino estaba muy bien asfaltado, y fui con miedo porque algunas reseñas decían que era un camino peligroso y para nada. No soy el mejor conductor ni tengo el mejor coche pero para mí fue un viaje al hotel muy tranquilo y con un bonito paisaje.

Punto negativo: hotel de 3 estrellas pero la habitación la sentí como un hotel de 2/1 estrella. La cama hacia muchísimo ruido, escuchaba a los demás huéspedes del hotel hablar (normal porque estamos en medio de la nada en parte). Había una mesita tipo pequeño escritorio pero en cambio no había ninguna silla para sentarte en ella, algo que no me gustó. Las vistas del balcón bastante bien, se ve el campo y las estrellas a la perfección. La habitación no estaba mal pero he estado en hoteles de 2 estrellas mejores equipadas.

Es un hotel que volvería a ir y recomendaría a muchas personas ir al menos una vez para experimentar la naturaleza, no es un hotel para todo el mundo pero si es una experiencia que puede gustar a muchos. Fui en temporada baja, imagino que en temporada alta será imposible pagarlo para los turistas locales... Como todos los hoteles

Julian D.

Un hotel con encanto y personal atento y amable. Habitaciones limpias pero algo antiguas aunque con encanto. Los baños lo más flojo y lo peor con diferencia es la cantidad de ruido que hay en las habitaciones. Si quieres descansar lleva tapones... Nada de insonorización por lo que dependerá de lo ruidoso que sea el vecino o la cantidad de gente que esté en el hotel. Esto sería un punto a reforzar. La comida algo floja, pocos platos y el desayuno variado y bien surtido.

Loli M.

Un sitio muy acogedor para pasar un buen fin de semana, donde puedes estar en contacto con la naturaleza y ver los jabalíes de cerca

Alexandra

Un lugar especial donde los haya, ideal para retirarte a desconectar, el silencio es ideal en el entorno, pero como dicen otros tantos huéspedes, se oyen ruidos por las noches, como de mover muebles y dar portazos. Invita a la imaginación.
Reservamos la suite que es super bonita, con unos armarios grandes, neverita, con unas vistas preciosas con una pequeña zona de relax en la planta superior.
Recomiendo llevar tapones si pretendes venir a dormir.
El personal tambien empieza muy pronto a moverse ruidosamente, por lo que no es muy difícil estar el primero para el desayuno "buffet" que es algo escueto en cuanto a variedad.
Con todas sus pegas volveria a quedarme sin dudar en este sitio, el viaje por la montaña y las vistas lo merecen, te partes de risa inventandote la historias que te inspiran este caserón, el personal es muy amable y pudimos ver animales en su hábitat.