Hotel Mandarin Oriental, Barcelona - Barcelona, Barcelona

Isabel R.

¡Sin duda uno de los mejores Hoteles de Barcelona tanto por su atención a los huéspedes y por su ubicación!

• Por la tarde decidimos bajar a la hora del té para probar los dulces de Lluc Crusellas que gran acierto, un gran pastelero y profesional, pedimos cuatro postres para compartir y de los cuatro es difícil elegir quedarte solo con uno, ya que todos están muy bien elaborados, donde uno de ellos salió la semana pasada en el programa MasterChef.

El ambiente es tranquilo y es un lugar donde puedes estar tranquilamente tomando un café o un té sin que nadie te moleste y sin tener ese ruido constante de gente hablando alto.

gustavod709

Inolvidable primera experiencia en un Mandarín Oriental. ||Detallar el nivel de atención y profesionalismo recibido me llevaría páginas; todo superó cualquier expectativa previa. Solo describiré lo más destacable.||La Suite que nos dieron, se encontraba en el 3ro o 4to piso de la parte nueva del hotel, y se nota que está todo recién estrenado, es un verdadero placer. Desde el detalle de una orquídea Phalaenopsis natural como decoración en el baño hasta los bombones y macaróns de cortesía, etc, etc.||La insonorización de la suite es increíble: si no abría las cortinas no me enteraba que estaba con balcón sobre el Passeig de Grâcia. Silencio absoluto, muy apreciado por cierto.||Cada vez que dejábamos la habitación, al regresar, “alguien” había acomodado un almohadón de la cama, plegado correctamente una toalla de mano, o atado con un precinto de velcro mis cables sueltos del cargador del celular, Demás está decir que si era el atardecer “alguien” se ocupaba de abrir la cama, retirar almohadones y dejar almohadas, cerrar las cortinas, dejar una carta personalizada deseándonos una buena estancia… detalles, detalles y muchos más detalles.||El personal del hotel muy profesional, cordial, sin pecar en ningún momento en el exceso de confianza. Un equilibrio difícil de conseguir.||Está ubicado en una zona muy exclusiva, rodeada de las mejores tiendas de lujo, área muy custodiada en general por los “Mossos d’Escuadra” de Barcelona, (la policía), y el propio personal del hotel que flanquean el ingreso al hotel. A pesar de la rotación del personal, rápidamente identifican quienes son los pasajeros del hotel.||Teníamos desayuno buffet con platos “a le carte” en Blanc, primerísima calidad y excelente preparaciones, incluido. El servicio es “muy personalizado”: al segundo o tercer desayuno (no recuerdo bien), además de tratarnos por nuestros nombres, ya se anticipaban a si pediríamos lo mismo que consumimos “a la carta” el día anterior… ||Aprovecho mencionar el Restaurante Moments: otra experiencia gastronómica inolvidable.||De volver a Barcelona, volveríamos al Mandarín. Aunque más no sea una estancia breve como la que tuvimos, bien vale la pena vivir la “experiencia” MO.|||Muchas gracias a todo vuestro equipo!

Isabel S.

Siento decir que aunque el personal sea maravilloso, el brunch es un autentico engaño. Es similar a un bufet de un hotel de 2 estrellas. El intento de aparentar que es un gran brunch, queda rápidamente demostrado que no lo es, para clientes que conocemos los servicios de un hotel de similar categoría. . No voy a profundizar en detalles, si no me los pide algún profesional del hotel, que en dicho caso se los daré encantada. Agradecería que alguien del personal del hotel, contactara conmigo con el fin de poder comentar que no se puede engañar a los clientes. Mi consejo es que no vayan a este brunch. Un saludo
El siguiente engaño es que al haber valorado al personal muy bien, la valoración final es de 5. No es asi. Continuo diciendo que el brunch el lamentable y agradecería que desde el hotel contactaran conmigo para poder explicar porque creo que es lamentable. Quedo a la espera. Gracias

FK D.

Por una noche sola, no tuvimos tiempo de disfrutar las instalaciones del hotel. El personal y el servicio excelente. Gracias a Luigi de la consejería por sus consejos para visitar Barcelona en 1 día.

Lorena

Hotel de lujo en todos los sentidos. El servicio es excelente, la ubicación es privilegiada. Todo el personal es muy amable y atento.

La habitación es excepcional, no falta detalle. Las camareras de pisos hacen una labor extraordinaria cuidando todo tipo de detalles a la hora de limpiar. Te recogen el cable del móvil, te dejan gamuza para las gafas, punto de libro…

El desayuno es variado pero no está a la altura del hotel. La variedad no es mucha, servicio de cocina y camareros lento.

Servicios del hotel, el gym está poco equipado. Solo hay cardio, nada de maquinaria fitness. Al spa le falta una sauna finlandesa.

El servicio de botones y valet parking es excelente, súper amables. Un 10, todos y cada uno de ellos.

Judith M.

Fuimos a tomar algo en la terraza, no pudimos estar porque es pequeño y se llena a reventar. Pero los trabajadores súper amables y nos dieron indicaciones para más sitios...en cuanto podamos intentamos otra vez ir.

MADISON G. B. -. M.

He tenido la suerte de poder disfrutar de este lugar especial. Todo está pensado con una elegancia, pero lo que realmente marca la diferencia es el servicio: atento, amable, siempre en el momento justo. Una experiencia que se queda contigo.
Una joya en pleno Paseo de Gracia. Servicio que te hace sentir celebrity sin necesidad de paparazzi 📸. Detalles, elegancia y una calma que se agradece. Volveré... aunque sea de incógnito. 🤗

Nikolay

Fuimos al Afternoon Tea de Lluc Crusellas esperando una experiencia gastronómica cuidada y especial. Lo que recibimos fue una gran decepción.

El set de 8 mini postres por 36 € fue una auténtica tomadura de pelo. Excesivamente dulces, sin equilibrio, sin personalidad. Cuesta creer que esto venga de un pastelero galardonado — si es así, quizás ha llegado el momento de reciclarse. En una ciudad como Barcelona, con una escena pastelera de altísimo nivel, esto fue directamente lo peor. En Hoffman, por ejemplo, los postres están a años luz.

¿El servicio? Igual de decepcionante. Con la sala medio vacía, tardaron mucho en atendernos. Nos trajeron la torre de postres sin platos ni cubiertos. Pedimos té Earl Grey — nos trajeron un té negro genérico en bolsita, dentro de una tetera. Al pedir el cambio, volvieron a fallar: otro té que no era Earl Grey y de calidad bastante pobre.

No lo recomiendo en absoluto. 36 € tirados a la basura. Hay docenas de lugares en Barcelona donde se puede disfrutar de buena pastelería y buen servicio — este, definitivamente, no es uno de ellos.