Hotel Rural Días de Luna - Sena de Luna, León

Letitia D. L. R.

Sitio fantástico en León para desconectar de la ciudad. Recomendable si quieres unos días de paz y tranquilidad. Desayuno exquisito y completo. Trato y habitación correcta ✔️.

Eduardo G.

Sin duda es un oasis en medio de la naturaleza. Nada más entrar, me sentí como en casa, un sitio muy acogedor y rústico, las camas cómodas, una habitación muy bonita y lo mejor... la ventana; porque tiene unas vistas increíbles.
Pocas veces duermo bien en sitios fuera de mi casa pero la verdad que Días de Luna me hizo sentir como en casa. Tiene algo que te hace desconectar de los problemas, de la ciudad y del estrés.

Te vas de allí con una tranquilidad y paz que hace que experimentes la verdadera libertad y felicidad.

Volveré, me pareció INCREIBLE, además de un desayuno muy rico, y también tiene un pino precioso en el patio 😆.

Nuria S.

Hoy hemos ido a conocer esta casa rural porque teníamos buenas referencias y ha sido decepcionante, la persona que nos ha recibido se ha mostrado bastante seca, sólo queríamos ver la casa por fuera y nos ha dicho que no podíamos pasar y que estaba completo hasta septiembre. Les deseo buena suerte porque los negocios pueden ir bien como pueden ir mal y ese trato tan pésimo te hace no volver y no recomendar a nadie que vaya. Un saludo y espero que en un futuro la persona que esté de cara al público sea más amable.

sonia S.

Días de Luna es uno de los hoteles rurales más especiales en los que hemos estado. Allí he pasado algún fin de semana, celebramos la boda de mi hermana, y el bautizo de mi hijo pequeño.|El edificio, antigua escuela de Sena, se rehabilitó con el gusto y el cariño que Sole y Gerardo le ponen a todo lo que hacen. |Es un sitio ideal para desconectar del mundanal ruido, pero también su entorno invita a hacer rutas de senderismo, bici...o conocer los valles de Luna, Babia, Laciana, Omaña.|Ni el hotel, ni sus dueños, ni su comida, te dejarán indiferente.|No perdáis la ilusión ni dejéis de soñar, Sole. Me ha encantado volver a veros.

Giovanna C.

Me a sorprendido para muy negativamente la actitud de la dueña de este hotel. No llegué a alojarme por la siguiente razón. Yo como cualquier persona que va de viaje con niños pues no sabes que horarios ni si vas a cenar allí o en otro sitio. Resulta que ella me dice que si quiero cenar tengo que reservar a la mañana temprano, cosa que yo nose como va a transcurrir el viaje, entonces no lo hago. Pero le pregunto si allí hay donde cenar cerca y me dices que si. Entonces yo hago la reserva telefónicamente, tranquila de mi durante el viaje veo que los sitios están como vacíos y que no es fácil encontrar de cenar entonces a las 6 de la tarde la vuelvo a llamar. Y me dice que lo siente pero que tenía que haber reservado por la mañana. Aún así sigo casi 2 horas hasta el hotel pensando que allí al lado habrá algo donde cenar y cual es mi sorpresa? No hay ninguno. Entonces decido hablar con ella para haber si puede solucionarmelo, para mí sorpresa. Recibo malas palabras diciendo que lleva 27 años trabajando, que a visto de todo. Yo le digo que no puedo dejar a 2 niños sin comer, y si tengo que ir a otro sitio lejos no voy a volver. Me dice que si la estoy amenazando. En resumen: creo que todas las personas nos podemos equivocar, pero no creo que me merezca ese trato después de 5 horas de camino, es un sitio donde hay frio eran las 8 de la tarde y no iba a andar con mis hijos a las vueltas, por otro lado pago un sitio para estar a gusto no para que traten mal. Por respeto a mi y a mí familia me fui.

Montse

Es la segunda vez que estamos en Dias de Luna, en un intervalo de bastantes años. Todo sigue igual de mágico. Vale la pena en todos los sentidos: la casa, el jardín, la comida, el trato de los propietarios y el ambiente que se respira. No te irías nunca

Tomás B. G.

Las antiguas escuelas de "niños"y "niñas" del pueblo de Sena de Luna fueron transformadas por Sole y su pareja en un lugar de ensueño: un hotel rural con habitaciones amplias y limpias, decoradas con mucho gusto. Las escaleras de madera dan acceso a ellas, mientras abajo un enorme salón con chimenea y sofás variados invita a la relajación, a la lectura de uno de los innumerables libros que hablan de las tradiciones de la Babia y de otras comarcas de León, de sus gentes, de su etnografía, de su naturaleza, de sus incontables senderos y montañas y de su rica historia. El hilo musical relajante y suave te hipnotiza mientras esperas una cena de 10, hecha con mimo y cariño con tres platos de cocina de estrella Michelin, con productos locales de kilometro 0 a ser posible para fomentar la economía local y reducir el impacto ecológico. Los desayunos te avivan el apetito: son igualmente caseros y constan de una variedad de dulces y salados: quesos locales, mermeladas caseras, embutidos, frutas variadas... Fuimos como campo base para ascender al Cornón, pero nos hubiéramos quedado más días disfrutando del jardín y del canto de los petirrojos en la araucaria, del cielo límpido de Babia y del verdor de los valles por donde transitaron miles de ovejas merinas durante muchos siglos.

Samuel N. P.

Estuve hace poco alojado en este maravilloso lugar por motivo de un retiro de Mindfulness. Fue una experiencia de 10. El lugar es precioso, la decoración es muy bonita, está lleno de lindos detalles en cada rincón. El salón y el jardín tienen rincones especiales para disfrutar y recogerse. La atención de Sole y la comida de Gerardo son de admirar, les estoy muy agradecido. En definitiva, un lugar que recomiendo 100%