Palacio de Guzman - Guzmán, Burgos

Juanjo

Palacio hotel encantador, con una decoración sorprendente y unas habitaciones cuya belleza deja pasmado. Véase fotos de la reseña. La dueña es simpática, amable y hace que te sientas aún más a gusto en el lugar. Base inmejorable para enoturismo. Desayuno casero muy rico.

jose L. P.

El personal muy atento y la gerente Helena fantástica, informa sobre la zona, sabe idiomas y te ayuda en todo lo que puede, Decoración muy original,
Comida casera y precios ajustados.
Lastima que no continúen.

Pilar L.

Volvemos por segunda vez a este lugar maravilloso, lo mejor de nuestra estancia allí fue Helena, una campeona y luchadora que trabaja a un 200%, es una de las razones por las que hemos vuelto. Hemos creó un vínculo precioso y amistad.

Javier L. M.

Estuvimos aqui alojados varias noches.

Como Palacio es un acierto recuperar este tipo de edificios y darles una utilidad, siendo el eje central de la poblacion, unico bar del pueblo por las tardes estaba hasta arriba de gente, y un foco de atracción turistica.

Esta muy bien restaurado, las habitaciones son grandes, buenas vistas, y muy bien climatizado, pese al frio que hacia en la habitacion se estaba de maravilla.
Conserva muchos elementos originales que le dan su encanto, puertas, rejas, y sobretodo la bodega que aunque no la esten usando es espectacular, deberian usarla para realizar catas de vinos, seria genial.

En cuanto a la Posada como alojamiento las personas que lo llevan son simpaticas y super atentas, en todo momento pendientes de si necesitas cualquier cosa, no hemos tenido ningun problema y cualquier cosa que hemos necesitado nos han ayudado rapidamente. Muchas gracias.

Leland L.

Un espacio precioso en un antiguo palacio. Está decorado con mucho gusto y uno tiene la sensación de estar en casa. El pueblo de Guzmán no tiene monumentos, pero es tranquilo y con encanto. Además, el campo alrededor ofrece bonitos paisajes y hay muchos caminos fondo uno puede pasear.

Genetica A.

Peculiar, poco conocido y maravilloso palacio y pueblo en medio de hermosos campos.

Mng

Precioso palacio, un lugar mágico y con encanto. En él se respira historia. Estuvimos en una habitación en lo alto de una de las torres muy bonita. Nos invitaron a tomar algo al llegar, y también pedimos de cenar allí. El servicio se lo toma muy muy en calma pero son amables. En la cena, poca variedad, no hay carta ni menú, de lo poco que nos ofrecieron, cenamos una ensalada y una pata de cordero al horno, para 2. El desayuno correcto, sin más. La sorpresa fue al marchar y pagar la cena ya que de la patita de cordero nos cobraron 40,00 euros, totalmente exagerado.

Florencia D.

El lugar es precioso, muy llamativo. Ingresamos por el bar y mientras hacían el check in nos invitaron una bebida.
Al ingresar al Palacio, me encantó todo, la estética del lugar, hay pocas habitaciones, es familiar y acogedor: Toda una experiencia.
La atención de la chica que estaba en el comedor y en todo el Palacio fue de 10 (mala mía no preguntar su nombre pero gracias) . Como comentario "negativo" al comer ahí (no había nada cerca) nos quisieron "meter" Un vino que era un poco sospechoso, pedimos una botella de tinto que la tuvimos que cambiar porque la trajeron ya abierta y era raro, y fue un poco "caro" para lo que degustamos, recomiendo buscar otro restaurante.
La limpieza de la habitación y el desayuno correctos.