Real Posada de Liena - Murillo de Gállego, Huesca

Maria J. E. C.

Fuimos en pareja sólo una noche, pero fue una grata experiencia. El pueblo, las vistas, el enclave y el trato cordial de sus dueños.
Es una posada pequeña, ideal para relajarse (sólo 7 habitaciones), y la decoración me encantó, además la temperatura en las instalaciones muy correcta ( odio el frio y más en invierno)
Otro aspecto a destacar es la experiencia gastronómica (en nuestro caso, la cena), a parte de buen precio, las raciones generosas(como dios manda), variedad y buenas no, lo siguiente!!
Un lugar donde merece la pena volver, y con un ambiente muy acogedor. Gracias Carlos por tales manjares, y a María por llevar un gran servicio profesional, rápido y atento!

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Se trata de un hotel de montaña, pero con una decoracion estilo vintage, que combina la piedra con la madera y materiales plásticos. Está ubicado a unos metros de la Iglesia, que preside la plaza de Ramón y Cajal. Se puede aparcar allí o bien en una calle que termina justo por encima del hotel. Éste tiene un acceso en un nivel superior al del restaurante. Recepción acogedora, como todas las estancias. Trato amable y cordial. Las habitaciones son sencillas, pero con numerosos detalles de buen gusto. Baño completo y todo muy bien aseado.|Las habitaciones de la fachada oeste cuentan con unas vistas muy atractivas de los Mallos de Riglos y del propio pueblo. Camas confortables, con buena provisión de almohadas y cojines para un descanso reparador. |Ideal para pasar unos cuantos días alejados del bullicio de la urbe, en pareja o en familia.|El desayuno está incluido y es de naturaleza artesanal, al igual que toda la comida que se sirve en el restaurante.

pilar Y.

Estupenda ubicación.
Muy acogedora y familiar, la decoración es delicada y cada habitación diferente.
Y los anfitrio es y la cocina, genial!

Solo faltaría alguna variedad de cerveza mas....para tener un poco de variedad.

Por lo demás! De 10 no te la pierdas.

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Todas las paredes del baño manchadas, el polvo sin limpiar y en el altillo hacia dias que tampoco limpiaban el suelo, hay zona de juegos que no se ha limpiado minimo en un año. No habia nadie en la recepcion para recibirnos, se todo muy dejado como si no hubieran hecho mantenimiento desde hace tiempo. Ni fuera por Carlos y Maria que fueron maravillosos, aunque no tienen nada que ver con el alojamiento

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Vamos a destacar el restaurante las cenas y desayuno espectacular todo muy bueno y en cantidad.Un trato muy bueno por parte de Carlos y María.|Sin duda que volveremos a comer. Por otra parte la limpieza de habitaciones se veía un poco descuidada.

Silvia M.

Estuvimos por segunda vez comiendo en el restaurante en el puente de Diciembre (anteriormente estuvimos en Marzo, finde de BTT) En las dos ocasiones el restaurante ha estado completo y el servicio que dan es impecable. Comida buenísima, se nota que elaborada con cariño, empezando por el pan, pasado por entrantes, principales y acabando por el postre, todo casero 100%. Ambiente acogedor inmejorable y buena bodega de la zona. Volveremos pronto seguro!

Judith P.

La cena increíble, desde la atención de la maître hasta la comida: la ensalada de foie, el solomillo y el coulant maravillosos. Todo productos locales. Especial mención también al vino, de producción local asimismo. Volveremos seguro!!

Jorge G.

Fantástico hotel rural en el que te sientes como en casa. Limpio, tranquilo, familiar y cómodo.
Excelente situación, pero lo q le hace realmente excepcional son las personas que lo gestionan, Carlos y María, unos grandes profesionales que te hacen sentir como en casa en todo momento. Divertidos, amables, atentos, dispuestos, pacientes y eficientes.
Inmejorable. Volveremos (me ha insistido mi hijo nada más arrancar el coche).